lunes, 8 de diciembre de 2008

Cuatro respuestas a la sociedad en red

Respuestas al ejercico propuesto en el módulo TTC

¿Podemos conocer desde nosotros mismos y desde cada uno?
Para poder contestar, primero debo definir qué se entiende por conocer.
Las acepciones más comunes al término conocer son las siguientes:
v. ~ algo: Saber de la existencia de una cosa; v. ~ a alguien: Haber sido presentado, o haber compartido una conversación con una persona; v. ...
es.wiktionary.org/wiki/conocer
· Averiguar por el ejercido de las facultades intelectuales (pensamiento, razonamiento) la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas.
www.eumed.net/libros/2007a/257/10.htm
Se puede decir que el conocimiento se realiza a partir de la abstracción de la información, de la apropiación de la misma por parte del individuo, pero esta abstracción debe significarse para que pueda tener algún tipo de sentido. La significación del conocimiento se realiza a partir del entorno en el que el individuo se encuentra, a partir de su cultura y su historia, de sus construcciones sociales.
En este punto, ya la construcción del conocimiento deja de ser individual para pasar a ser colectiva a partir de la interpretación de la información desde un imaginario colectivo común, construido socialmente y en el devenir histórico.
Teniendo en cuenta lo hasta aquí expresado, como respuesta puedo decir que no podemos elegir conocer desde nosotros mismos o desde cada uno, sino que el proceso de conocer es una interacción del colectivo (nosotros) y el individuo, donde el individuo necesita del colectivo para contextualizar el conocimiento.

¿En qué cambia este problema la Red de máquinas inteligentes?
La aparición de “máquinas inteligentes”, (a mi gusto sería el desarrollo de la cibernética), a creado dos condiciones importantes en cuanto a la adquisición de la información y a la generación de conocimientos.
Primero, que la cantidad de información a la que podemos acceder es ilimitada y por lo tanto se dificulta el proceso de abstracción necesario para su posterior interpretación, y segundo, la progresiva pérdida de las identidades culturales locales que permiten la construcción de un imaginario social que responde a las necesidades de una determinada región.
La cibernética permite la construcción de un imaginario global, donde la interpretación de la información y la posterior construcción del conocimiento no responden necesariamente a la cultura en la que el individuo se desenvuelve, generando en algunos casos, conocimientos que no son socialmente aceptados.

¿Qué papel juegan la interacción y las redes vinculares en la organización de los sistemas y en la producción de conocimiento?
La aparición de máquinas con capacidad de almacenar, procesar y organizar información en cantidades que el hombre no puede imaginar ha sido un cambio revolucionario. Pero más revolucionario aún ha sido la interconexión de estas máquinas formando redes donde se puede socializar la información.
Esta construcción de redes físicas ha requerido a las distintas sociedades, y de manera análoga, la conformación de redes sociales, donde la interacción de, ya no los individuos sino las sociedades como tales, permitan nuevas construcciones culturales capaces de satisfacer los requerimientos de las nuevas formas de presentación y distribución de la información.
Esto implica, la construcción de un nuevo imaginario a partir de una nueva cultura global, donde la construcción del conocimiento vuelve a ser socialmente aceptada, pero ya desde una sociedad global.

¿Qué papel tienen lo emocional y lo argumental en la sociedad digitalizada?
Rescatando a Negroponte “…En la sociedad de la información, en la sociedad transparente, el "ser humano" no existe más, sino más bien existen seres sociales y no sociables, seres que no generan vínculos societales, sino redes cibernéticas, redes de complejidad, que alcanzan un determinado grado de afectividad, hablamos pues del "ser digital".(Negroponte, 1996).
En la sociedad digital, el hombre deja de ser el centro para dar lugar al nosotros, a la identidad – red colectiva. Esta nueva identidad crea parámetros para nuevas relaciones que se reflejan en vidas artificiales en red y una nueva inteligencia colectiva global.
Las emociones individuales se dejan de lado en pos de una emoción social compartida entre seres que no se conocen, pero que cimientan lazos a partir de la virtualidad y de la construcción de nuevas ciberculturas, consensuadas y aceptadas.Las argumentaciones, al igual que estas nuevas ciberculturas, son argumentaciones comunes, social y culturalmente construidas y por lo tanto aceptadas. No representan a nadie en particular y a todos a la vez, creando un marco de referencia para todos aquellos que integran o que deseen integrar esta nueva comunidad en red.

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