domingo, 27 de julio de 2008

Web 2.0: el motor está en cada uno de nosotros

martes, 22 de julio de 2008

Reflexiones sobre mi escuela ¿2.0? (cierre del módulo 3)

En este post trataré de reflejar en mis reflexiones, las siguientes lecturas:
Gros Salvat, B (2000), El ordenador invisible. Hacia la apropiación del ordenador en la enseñanza. Cap. 1, Barcelona, Gedisa - La "intrusión" de las tecnologías de la información y la comunicación
Susana Muraro Una Introducción A La Informática En El Aula
Castañeda Quintero, L. (2007) “Software social para la escuela 2.0: más allá de los Blogs y las Wikis” En Inclusión Digital en la Educación Superior: Desafíos y oportunidades en la sociedad de la Información. Software social para la escuela 2.0: más allá de los Blogs y las Wikis.



Afirmar que formo parte de una escuela 2.0 significa que en la misma se ha generado un cambio en el paradigma educativo. Este cambio es una condición inapelable al momento de hacer esta afirmación.
Pero ¿afirmarlo con vehemencia lo hace real? o expresa nada más que un anhelo ferviente de quienes integramos esta institución. Como sabemos las instituciones educativas son parte de una comunidad educativa y como tal no se debe considerar una isla. Es por ello que considerar que por tener acceso a internet y poseer computadoras hemos abordado este cambio de paradigma hacia el infoconocimiento, es poco menos que una falacia.
Es la sociedad en donde se encuentra inserta la institución la que debe dar el salto hacia la sociedad del conocimiento, donde la información, su interpretación y generación pasan a ser un bien fundamental en la formación de cada ciudadano.
Rescatando la función de la escuela, (dónde ésta debe formar ciudadanos capaces de desempeñarse en ella como usuarios críticos y eficaces de las tecnologías de la información y la comunicación), como medio de reproducción social, primero debe ser la sociedad quien afronte decididamente el cambio y ser la escuela el medio eficiente para afianzar los conocimientos necesarios para profundizarlos y afianzarlos.
La presencia de computadoras en mi sociedad y en mi escuela todavía no es invisible, como tampoco lo es el celular o el tener acceso a internet de banda ancha o televisión satelital. Son todavía hoy elementos cuasi suntuosos que definen un estatus social a partir del poseer o no poseer, y no por el hecho de utilizar provechosamente o no. En el caso de la computadora u ordenador (como lo nombra Gross Salvat), y en particular aquellos que pertenecen a docentes, en su mayoría no pasan de una cuestión cosmética, ya que el uso que se les da, no pasa más allá de un “maquillaje” para las actividades que planteamos todos los días a nuestros alumnos, ignorando casi por completo las potenciales funciones como editoriales del conocimiento, donde se nos permite generar contenidos propios, adecuados y contextualizados a la comunidad en la que nos encontramos, con problemáticas conocidas por los destinatarios de nuestras acciones educativas.
Para lograr este cambio, se deben activar en la sociedad profundos cambios en diferentes aspectos. La tecnologización y tecnificación de la sociedad, acompañadas por un desarrollo sustentable en el orden económico y con el afianzamiento de los procesos culturales de la misma, generarán el campo propicio para que se produzca el cambio de paradigma educativo.
Para ello, como docentes, debemos prepararnos para el cambio que esto significa. En las aulas se encuentran ya hoy, los que Carolina Gruffat denomina la generación M, la de los nativos digitales, y para ellos, debemos aprender a modificar nuestras prácticas de enseñanza para poder potenciar los procesos de aprendizaje. Captar sus múltiples atenciones es nuestro desafío hoy, para poder prepararlos adecuadamente en función del cambio social en que se encuentran.
Del éxito de nuestra transformación, dependen las capacidades que adquirirán nuestros alumnos para ser partícipes críticos de la sociedad de la información y el conocimiento, donde la capacidad de interpretación, apropiación, reelaboración y reproducción de la información que obtienen del medios se transforma en una ventaja comparativa.
En este contexto, la escuela debe transformarse para preparar en pos de estos nuevos escenarios sociales, donde la capacidad de desarrollar estrategias es tan importante como la apropiación de contenidos y la generación de redes sociales de conocimiento un medio de compartir y socializar el infoconocimiento.
Del crecimiento de estas redes sociales dependerá en gran parte, la democratización al acceso y a la producción de la información y nuestra función docente en estas redes será la de preparar para que quienes se vayan integrando a las mismas, tengan la capacidad de adaptación (de aprender) necesaria para generar un crecimiento de la misma.
El primer paso que hoy debemos dar como escuela inserta en una comunidad educativa, es el de mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje a partir del propio dominio de las herramientas que necesita incorporar la escuela 2.0 y su utilización incremental y gradual como medio de difusión de contenidos, realización de actividades y como editorial personal de contenidos. Esto es, ni más ni menos, que incorporar los elementos propios de la generación de los nativos digitales en el ámbito escolar, incorporando junto a ellos la lógica del cambio tecnológico constante, motor de la conversión socio educativa.

sábado, 5 de julio de 2008

Críticas a la web 2.0 (cierre provisorio módulo 2)

Para el desarrollo de post elegía de la bibliografía el libro Planeta Web 2.0 y en especial el Capítulo cuatro Capítulo 4. Un esbozo de ideas críticas sobre la Web 2.0, ya que al leerlo sentí reflejados mis pensamientos en torno a la utilización de recursos que se hace en web 2.0. Este capítulo actuó como disparador y me llevó a buscar una serie de artículos de otros autores que complementan la visión de los aspectos positivos de la web 2.0 con reflexiones que reflejan los abusos que se hacen a partir de la libertad en el uso de espacios y herramientas.
Uno de los artículos que encontré y que aborda estos conceptos es “On Bullshit y Web 2.0” publicado en digitalismo.com. El término “on bullshit” en su lengua de origen es equivalente a “chipchop”, lo que en nuestra lengua no es otra cosa que habladurías o charlatanerías, o como lo dijo el genial Negro Fontanarrosa en el Congreso Internacional de la Lengua en Rosario durante el discurso en defensa de la mala palabra, “boludeces”.
Claro que estas charlatanerías, en el caso de la web 2.0, no pueden ser controladas y en su mayoría muestran una falta total de interés por reflejar teorizaciones que aporten a este conocimiento compartido y colaborativo al que aspiramos, siendo en su esencia apreciaciones falaces que poco o nada ayudan en la construcción del conocimiento. Esta charlatanería está de alguna manera empezando a minar de alguna manera la confianza en la información a la que podemos acceder, deteriorando a su vez el prestigio y el trabajo de quienes deciden compartir sus conocimientos a través de la red.
Quienes publican bajo estas premisas de charlatanerías no pretenden en su hacer, alterar la esencia del conocimiento, sino que presentan una versión “de oído” de los hechos y quienes acceden a esta visión, bajo una extraña creencia que “si está en internet es verdad” generan una reconstrucción falaz del conocimiento. Nos encontramos entonces, con contenidos elaborados por escritores aficionados sin rigurosidad científica y con lectores tecnofílicos que dan al medio de publicación una mayor credibilidad de la que debería dársele y no se preocupan por verificar o contrastar la información obtenida. Estos aspectos, terminan atentando fuertemente contra la credibilidad de los productos colaborativos como las wikis. A esta charlatanería se la ha denominado, a semejanza a de los procesos de comunicación verbales a través de distintos medios, como ruidos, que afectan directamente a los procesos dedicados y conscientes de construcción colectiva del conocimiento.
Hay que aclarar que no se debe responsabilizar a internet, al recurso – herramienta, de las charlatanerías que en ellas se publican. La web fue, es y seguirá siendo un recurso - herramienta neutra que seguirá dando soporte a todo tipo de publicación, quedando en manos de quienes accedemos o de quienes forman a los que acceden, de contar con los conocimientos suficientes como para reconocer las charlatanerías y poder elegir si apropiarse o no de las mismas.
A salvaguarda de quienes publican charlatanerías en la web 2.0, hay que decir que no encontraremos en ellos una actitud tendenciosa manifiesta hacia una postura política determinada o defensas ferreas de posiciones ideológicas, ya que quienes realizan este tipo de publicaciones, todavía hoy lo hacen desde la lógica .com respaldados generalmente en multimedios de comunicación derivados de los mass media de los 80`s y 90`s.
Estos sitios de información provocan intencional o inintencionalmente una distorsión del concepto de participación y colaboración que propone la web 2.0 a través de sistemas de votación y encuestas de opinión acotadas a opciones pre elaboradas generalmente tendenciosas. Otra lógica que presentan es la infoxicación (intoxicación de información), que responde a la necesidad morbosa de ver o enterarse de hechos morbosos que escapan a la objetividad de informar creando a su vez también ruidos y congestiones comunicacionales en la web. Esto tiene que con el mismo concepto de publicación de la web 2.0 con el agravante que aquí la publicación pasa por procesos de edición y de selección crítica de las noticias y no se hace nada para evitar este tipo de charlatanerías, ya que guste o no guste a nosotros usuarios consumidores de la web nos gustan los chismes y las habladurías y somos quienes damos pie a la aparición y permanencia de las mismas en el ciber espacio.
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